Autor: Fermín Beguerisse Hormaechea
Imagen de Nikki Casey
Entre las crónicas de Teófanes el Confesor, santo católico y ortodoxo que sirvió en la corte del emperador bizantino Leo IV el Jázaro (s. VIII d.C), se describe parte de la historia del pueblo al que pertenecía la madre del soberano bizantino y del que derivaba su tan particular sobrenombre. En sus crónicas, Teófanes nos relata el mundo de los siglos VI al VIII d.C., resaltando la muerte del gobernante búlgaro de la región delimitada por los mares Caspio y Negro en el s. VII d.C.; muerte que a su vez ocasionó la fragmentación del pueblo búlgaro entre los cinco hijos del fallecido, causando un inevitable debilitamiento del territorio. Ante tal situación, el pueblo jázaro, proveniente del interior de Sármatas, actuales Ucrania y Rusia europea, aprovechó para volverse amo y señor del río Volga, el Cáucaso, Crimea y las costas norte de los mares Caspio y Negro.
De orígenes túrquico-chamánicos, los jázaros entraron en una dinámica regional demarcada por imperios confesionales, tales como el Imperio Bizantino cristiano y el Califato Omeya musulmán. Durante los años 642-652 d.C. el Kaganato jázaro libró su primera guerra frente a los deseos expansivos de los musulmanes, resultando en una sorprendente gran victoria jazarí. A manera de nivelar esta enemistad regional, el Kaganato celebró matrimonios con la casa real bizantina, y tras la segunda guerra contra los omeyas del 722-737 d.C., declaró al judaísmo como la religión oficial de sus dominios.
Acorde a lo escrito por el geógrafo persa al-Istajri (استخری) se puede decir que su forma de gobierno era una diarquía real con kaganato sacro, similar al sistema de Japón medieval con divinidad imperial. Es decir, existía un rey o bek encargado de los asuntos políticos y militares, mientras que el kan jugaba un papel honorífico como líder espiritual. Esta estructura de gobierno con confesión judía, jugaba un papel distintivo en la región, puesto que desvinculaba a los jázaros de lazos de poder con el papado y el califato; aunque, al mismo tiempo, reducía sus posibilidades de beneficiarse del poder político obtenido por pertenecer a una orbita confesional común (cristianismo o islam).
Finalmente, hacia el 965 d.C el relativo aislacionismo jazarí y su debilidad interna, hicieron al Kaganato objeto de invasiones dirigidas por los Rus’, quienes se fueron abriendo paso y expandiendo desde tierras escandinavas hacia el Mar Negro. Desde entonces el imperio judío de los jázaros fue languideciendo hasta desaparecer en el siglo XI d.C.
En tiempos de los jázaros las confesiones religiosas demarcaban orbitas de poder que podían distinguirse geográficamente, ¿actualmente qué es lo que delimita las órbitas de poder? ¿a caso será regionalmente por medio de una unión aduanera o un mercado común?
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Imperio Jázaro.
Aprende más:
Los jázaros en la historia de Rusia- https://www.youtube.com/watch?v=MsoKlvPL7cs
Fuentes:
Jewish Virtual Library, The Khazars. Encyclopaedia Judaica, 2008 https://www.jewishvirtuallibrary.org/khazars
Theophanes the Confessor, The Chronicle of Theophanes: Anni Munid 6095-6305 (602 d.C- 813 d.C), ed. & translated by Harry Turtledove, University of Pennsylvania Press Philadelphia, United States, 1982 pp. 356-358
https://books.google.com.mx/books/about/The_Chronicle_of_Theophanes.html?id=lK5wIPb4Vi4C&redir_esc=y
Imagen de Nikki Casey, The Forward. https://forward.com/opinion/382967/ashkenazi-jews-are-not-khazars-heres-the-proof/
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