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Ciudad de los dioses

Autor: Fermín Beguerisse Hormaechea

Zona arqueológica de Teotihuacán


Siguiendo los designios divinos, los mexicas partieron de la mítica Aztlán y llegaron al lago de Texcoco, donde hallaron un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente, una señal que les indico el lugar donde construir la gran ciudad de Tenochtitlán. Sin embargo, en los alrededores de su nuevo hogar descubrieron un lugar aún más sagrado, unas ruinas aprovechadas por sus gobernantes para orar y celebrar ritos que les aseguraran el favor de las deidades, el sitio donde el Quinto Sol fue creado y se dio comienzo a una nueva era, la “Ciudad de los dioses”: Teotihuacán.


Teotihuacán fue la capital más celebre del periodo Clásico mesoamericano (150 d.C -650 d.C), una gigantesca metrópoli, de densa población y cultura pluriétnica. Su auge se debió en gran medida al emporio artesanal y comercial que complementó su enorme poderío militar, y su ubicación al noreste del valle de México la proveyó de muchas bondades: tupidos bosques, verdes pastizales y una tierra fértil irrigada permanentemente por varios manantiales y ríos como el de Huixulco. En este rico ambiente, sus habitantes pudieron cultivar y cosechar la base de la alimentación prehispánica, nutriéndose de maíz, frijol, calabaza y chile, pero también de guajolotes, venados y armadillos. Su proximidad al lago de Texcoco les permitió comer peces, tortugas e infinidad de insectos. En otras palabras, la bonanza de este lugar pronto se tradujo en su trascendencia histórica.


El lugar vivió una fase conocida como Tzacualli, en la cual se establecieron las bases de su planificación proyectada en dos ejes. Por un lado, el eje este-oeste estaba constituido por el curso del río San Juan. Mientras que, por el otro, el eje norte-sur llamado “La Calzada de los Muertos”, comienza en la Pirámide de la Luna y llega a la Pirámide del Sol, la edificación más grande de Teotihuacán con 63 metros de altura y 238 escalones, superando las dimensiones de la famosa pirámide escalonada de Zoser en Egipto. La “Calzada de los muertos”, además de contar con cuatro kilómetros de longitud, también es adornada por el Templo de Quetzalcóatl con sus esculturas de serpientes emplumadas y por la Ciudadela, el centro político, económico y cultural de la ciudad.



Actualmente se conoce muy poco del gobierno teotihuacano, pero es probable que el destino de la ciudad estuviera en manos de un solo gobernante. Lo que es un hecho es la enorme influencia que Teotihuacán ejerció sobre Mesoamérica, mucho antes que el Imperio azteca. Esto se refleja en las artes y la arquitectura de los pueblos mesoamericanos, pues varios de ellos siguieron el estilo talud-tablero para construir sus propias pirámides como los mayas en Chichen Itza y los zapotecas en el complejo de Monte Albán. Los alcances del poderío de la “Ciudad de los dioses” sorprenden cada vez más a los arqueólogos y a los historiadores, como fue el hecho de encontrar en el 2021 un posible barrio diplomático teotihuacano en la ciudad maya guatemalteca de Tikal, lo cual no resulta nada descabellado históricamente pues Teotihuacán conquistó este lugar y fundó una dinastía propia a más de 1200 kilómetros de distancia del valle de México, una distancia semejante a la que separa a Madrid de París. Ahora bien, estos esfuerzos expansivos no se limitaron solo a las regiones Mayas sino también es probable que haya existido un gobierno teotihuacano en Monte Albán, en el actual estado mexicano de Oaxaca.


[Imagen 1] Un mural que muestra lo que se ha identificado como la Gran diosa de Teotihuacán / [Imagen 2] Templo de la Serpiente Emplumada / [Imagen 3] Vista lateral izquierda de la Pirámide del Sol / [Imagen 4] Mapa de la influencia y dominios de Teotihuacán



La ciudad de Teotihuacán fue realmente una superpotencia de su tiempo, tanto cultural como económicamente. No obstante, su preponderancia en la región llegó a su fin en el siglo VII d.C, el mismo siglo en que Constantinopla se convirtió en la mayor ciudad del mundo a las orillas del Mediterráneo y la dinastía Tang alcanzó el poder en China. Grandes áreas de la ciudad teotihuacana fueron devastadas por el fuego y es probable que su destrucción haya sido consecuencia de alguna invasión o rebelión interna; sin embargo, tras este trauma la ciudad fue habitada durante un siglo más hasta su definitivo abandono, dejando tras de sí enigmas aún sin resolver.


Teotihuacán es una joya del pasado que México ofrece al mundo, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1987. Su posición en la historia universal la coloca entre los grandes imperios de su tiempo, y sus ruinas aún sorprenden con cada descubrimiento, arrojando luz sobre el pasado del continente americano.


¿Cuáles que crees que sean las determinantes para que en un mismo tiempo histórico algunas civilizaciones superen en desarrollo a otras?


Muchas gracias por leer. Te invitamos a conocer una nueva recomendación en "Aprende más" al final de este artículo.



 


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Fuentes:

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