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El grito en el mercado

Autora: Laura Castillo

Francis Bacon en estudio, 1962 (Cordon Press)


¿Sabes cómo obtiene su precio una obra de arte? ¿Qué se toma en cuenta para estimar su valor?



Intervienen una diversidad de factores en este ejercicio, pero sin duda la atribución de un cuadro, es decir quién se cree que es su autor, es una de las más relevantes. Por ejemplo, no es lo mismo adquirir un cuadro bellísimo y con mucha técnica de un autor desconocido que un boceto de uno de los grandes maestros.



La vida de un autor y su impacto en la historia del arte tienen un peso sustantivo en el valor de su obra. El grito de Edvard Munch es una de las obras más caras vendidas en subasta y es que al mismo tiempo es una de las imágenes más representativas del arte en el mundo. ¿Te gustaría tener un pedacito de la historia del arte colgado en tu estancia?



Francis Bacon es uno de los pintores modernos más provocadores y reconocidos de la historia. Durante el siglo XX marcó un hito para el expresionismo y sus posteriores desarrollos. Capturó en sus pinturas la esencia humana, lo carnal y lo violento del hombre. Su ambición era que quedara un rastro de lo vivo. Por si fuera poco, es también uno de los artistas más polémicos y con una de las vidas más dramáticas, conoce más de ella leyendo la primera parte de esta colaboración.



Alcanzó su madurez artística durante su estancia en Francia con los Tres estudios de figuras al pie de una crucifixión, 1944, a partir de la cual toma como tema central la muerte y la muerte en vida en el contexto del sadismo como manera de sentirse más humano, mostrando composiciones violentas, de soledad y degradación.


Tres estudios de figuras al pie de una crucifixión, 1944


Se sabe que Bacon acudía diario a su pub de confianza a alcoholizarse y pelear, liberando la adrenalina que le ayudaría a componer nuevas obras llenas de la esencia sangrienta y sudorosa de la escena que vivía noche tras noche.



El mito detrás del hombre, además de que técnicamente su obra marcó un hito en el expresionismo al transmitir la realidad de la vida —aún sin ser realista—, son algunos de los factores que han posicionado su obra en los segmentos de precio más altos del mercado del arte.



Bacon es uno de los artistas de la Posguerra mejor vendidos, que además ha alcanzado precios exorbitantes y hasta 2013 contaba con el récord de la obra más cara vendida en subasta por el Tríptico de Lucian Freud, vendida en 142.4 millones de dólares.




Tríptico de Lucian Freud, 1969


Estos tres estudios vendidos en conjunto por Christie’s, son un producto de la relación de dos grandes traductores de la desdicha humana al lienzo. Lucian Freud, nieto de Sigmund Freud, empezó incursionando en el surrealismo pero se decantó por el expresionismo y junto con Bacon y Auerbach formó parte de La Escuela de Londres.



Su corpus creativo se compone principalmente de retratos que, al igual que con Bacon, no buscan representar fielmente la esencia de la personalidad del sujeto, sino la materialidad violenta del cuerpo humano y la enajenación del hombre contemporáneo.


Freud y Bacon mantuvieron una amistad cercana y de dura crítica creativa, cuya competencia creó varias de las obras de arte más caras e icónicas de la historia, hasta que décadas después diversos factores en conjunto separaron sus caminos.


Francis Bacon (izquierda) y Lucian Freud (derecha), 1974


Bacon y Freud mantenían una relación igual de competitiva que cercana y algunas intrigas de celos, lo que incluía fuertes comentarios en torno a sus creaciones. Presuntamente la obra Dos Figuras, 1953, de Bacon, fue adquirida por Freud y él decidió no prestarla para su exhibición a ningún agente a partir de su adquisición, hecho que enfureció a Bacon.



Los elevados precios de las obras de Bacon también se desencadenan de los procesos comerciales de las galerías que han manejado su creación artística a lo largo del tiempo. Durante la década de los ochenta la galería Marlborough Fine Art dosificaba las obras de Bacon en el mercado, es decir, las liberaba esporádicamente, lo que subía su precio.



Si bien las pinturas de Bacon no son audibles como para dejarnos escuchar el horror de los gritos y la desfiguración que pinta, su eco resuena en más de un coleccionista del mundo del arte hoy en día. Como artista sigue siendo uno de los más activos en el plano comercial, en 2019, el Estudio de cabeza de Bacon se subastó en 50.3 millones de dólares, lo que nos hace notar cómo su obra sigue y seguirá siendo un referente del expresionismo en el mercado del arte.



¿Crees que las intrigas de la vida personal de Francis Bacon ayudan a elevar el precio de su obra? ¿Qué hay de las obras de Freud? ¿Crees que se beneficien de la conexión con Bacon?


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