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Autor: Fermín Beguerisse Hormaechea
A pesar de los cientos de satélites que han cartografiado nuestro mundo, aún hay varios misterios que se ocultan en él, entre ellos, miles de túneles medievales que se extienden por Alemania, Francia, Austria y Gran Bretaña. Los investigadores los han llamado “erdstall” o “túneles mineros”, pero ciertamente la minería está lejos de haber sido su uso real. De hecho, nadie sabe a ciencia cierta para que fueron construidos, por lo que sus cámaras obscuras y estrechos pasadizos aún resguardan un aura enigmática que te eriza la piel. Sin duda, un lugar no apto para claustrofóbicos.
El sistema de los “erdstall” se compone de túneles que fueron tallados de forma ovalada, y alineados vertical u horizontalmente. Los pasajes tienden a ser notablemente estrechos, midiendo poco menos de un metro de alto por ancho, y obligando a todo ágil explorador a arrastrarse para alcanzar nuevamente la luz del sol. Algunos de los túneles “erdstall” descubiertos contienen estructuras toscas que podrían haber sido bancos, pero resulta difícil imaginar quién habría querido sentarse entre toda aquella obscuridad, o más aún, abrirse paso por los cuellos de botella o “schlupfs”, y contorsionarse hasta alcanzar la habitación deseada.
Los túneles “erdstall” también se destacan por tener solo un punto de entrada y salida, generalmente escondidos en antiguos asentamientos abandonados o adentrados en los bosques, lo que también hacía que el flujo de aire fuera casi inexistente y el tránsito de personas aún más limitado. Esto nos hace vislumbrar el alto nivel de secrecía que tenía el lugar en el pasado; una secrecía que hoy puede verse reflejada en la carencia total de signos arqueológicos humanos en los pasadizos y en la inexistencia de algún tipo de mención en registros históricos. Pocos hombres y mujeres medievales conocían este misterioso lugar.
Dados su extraña apariencia y misterioso origen, han surgido una gran cantidad de especulaciones sobre el propósito de estos túneles. Una teoría dice que los “erdstall” se usaron para almacenar alimentos, pero el hecho de que varios puedan llenarse de agua en periodos de lluvia, hace que esto parezca poco creíble. Otra explicación popular, defendida por el investigador Josef Weichenberger, describe a los túneles como escondites contra ataques nómadas. Weichenberger opina que los campesinos que tallaron los pasadizos “erdstall” se refugiaban temporalmente allí junto con sus objetos de valor, lo que les permitía resguardarse de enloquecidas hordas enemigas. Es más, este investigador argumenta que los “schlupfs” que separan las cámaras, fueron colocados para atrapar el oxígeno de cada sección, de modo que las personas pudieran moverse más profundo a medida que se agotaba el oxígeno en su cámara. No obstante, el hecho de que los túneles tuvieran solo una entrada y una salida, hace que esta teoría resulte problemática. Bastaba con que la entrada y la salida fueran tapadas para volver a los “erdstall” en los ¡ataúdes más largos del mundo! Esto hizo que las teorías se mudaran de un terreno práctico y material, a uno espectral.
Si bien Weichenberger ha rechazado la idea de que los túneles tuvieran un propósito espiritual, otros investigadores opinan distinto. Der Spiegel dice que podrían haber sido creados como estaciones de paso para las almas de los difuntos, o incluso escondites para demonios y espíritus obscuros. De hecho, el folklore local austriaco sugiere que fueron ¡construidos por duendes!, y otras personas piensan que servían como lugares de “renacimiento ceremonial”, es decir, espacios que las personas usaban para deshacerse de enfermedades y dolencias mientras se escurrían a través de los estrechos pasadizos.
Como ves los “erdstall” parecen reacios a revelar sus secretos en el corto plazo, pero un grupo de investigadores conocido como el Grupo de Trabajo para la Investigación de Erdstall continúa buscando respuestas, y parecen estar muy comprometidos en hallarlas.
Y tú, ¿conoces lugares con misterios por revelar?
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