Autor: Kenta Okaneku Tsutsumi
Luis XIV en el Asedio de Namur (1692), por Pierre Mignard
La diplomacia cultural forma una parte fundamental de las Relaciones Internacionales actuales. Sin embargo, este no siempre ha sido el caso. Del siglo XVI al XVIII, la diplomacia apenas empezaba a figurar en la estrategia de la política exterior como medio de resolución de conflictos, y fue hasta el siglo XX cuando los Estados la fusionaron con su cultura para lograr acercamientos, cooperación e intercambios. Actualmente, con el surgimiento de términos como el “poder suave” (una forma de cambiar las preferencias de las personas en vez de forzarlas a hacer lo que uno quiere), somos capaces de entablar mejores relaciones entre Estados, logrando que cada uno alcance sus propios objetivos.
La diplomacia cultural, según el Instituto para la Diplomacia Cultural, es una serie de medidas o procedimientos; que, al mismo tiempo, utilizan y están basadas en ideas, valores, tradiciones y otros aspectos de la cultura. Estos son utilizados como herramientas con los fines de fortalecer relaciones, mejorar la cooperación, promover los intereses nacionales, entre otros. Un ejemplo muy palpable de cómo funciona la diplomacia cultural es la influencia cultural mutua que ejercen Japón y los Estados Unidos. En un artículo del New York Times titulado “The United States of Japan”, el autor Matt Alt realizó una comparación entre la influencia que ejercen los Estados Unidos sobre Japón a raíz de la Segunda Guerra Mundial y viceversa. Nota, por ejemplo, lo prominente que se ha convertido la cultura del anime en la sociedad estadounidense y lo marcado que se encuentra la lengua japonesa por palabras enteramente en inglés (トイレ- toiret de toilet/baño, ミルク - miruku de milk/leche).
En los siglos XVII y XVIII, cuando la diplomacia cultural no era conocida, existió una persona que aportó bastante al desarrollo del concepto y su funcionamiento: Luis XIV. Su corte en Versalles, su protocolo y el intercambio cultural que estuvo presente en Francia durante su reinado de 72 años, entre muchos otros factores, marcaron un gran paso hacia adelante para este tipo de diplomacia y su remarcable importancia del siglo XX en adelante.
Como mencionábamos, la diplomacia no solía ser una herramienta ampliamente usada en Europa antes del Siglo XVII. Fue tras la Guerra de los Treinta Años, considerada como la primera guerra diplomática por haber concluido con la Paz de Westfalia, que la diplomacia empieza a figurar como un recurso para la resolución de conflictos interestatales. Al ser Francia una potencia de Europa durante los siglos XVII y XVIII, la mayoría de los Estados europeos buscaban entablar relaciones diplomáticas con ella.
Aunque no hay consenso sobre la agenda política exacta de Luis XIV, sí hay evidencia de la importancia que le otorgó al fomento de las artes y la cultura. De hecho, el gran impulso que se dio a las artes convirtió a Francia, y principalmente a París, en una suerte de capital cultural de Europa; atrayendo de esta forma a artistas provenientes del resto del continente y propiciando imitaciones de la cultura francesa en distintos países.
Un factor que consideramos hoy muy importante para la imagen de Francia ante el mundo es el idioma francés. Sin embargo, antes del gobierno de Luis XIV, el francés no era más que el idioma que el vulgo utilizaba para comunicarse. Los escasos textos literarios y científicos que realizó Francia a través de sus pensadores y científicos antes del reinado de Luis XIV fueron realizados en Latín. No fue hasta que Luis llegó al trono que se le empezó a dar una gran importancia al idioma francés a nivel nacional. El idioma empezó a cobrar importancia exponencialmente no sólo en Francia, sino en el resto de Europa. Es más, ahora el francés es tan importante para las relaciones diplomáticas y políticas que le llamamos lingua franca, por ser el lenguaje estándar que conduce dichas conversaciones.
Embajada persa frente a Luis XIV por Antoine Coypel, (1715)
Hablando de diplomacia y política, la Corte de Versalles también jugó un rol primordial en la cultura y diplomacia del siglo de Luis XIV. Desde la importancia y santidad del trono de Luis hasta el orden en el que se sentaban en la mesa a comer según sus rangos, pasando por el honor que era para los habitantes de la corte ver al Rey Sol desnudo o la etiqueta que se debía de seguir al comer en el comedor de Versalles, todo el protocolo que se seguía en este palacio representaba cómo se llevaba la cultura francesa en esa época.
Chateau de Versailles-1668 Pierre Patel
Al final, el impulso a las artes de Luis, la importancia de los protocolos y la socialité en el Palacio de Versalles, la relevancia que adquirió el idioma francés sobre el Latín, e incluso otros factores como la gastronomía o la moda francesas, fueron lo suficientemente fuertes o importantes para que los reflectores estuvieran posados sobre Francia y el resto de Europa los envidiara y admirara al mismo tiempo.
¿La diplomacia cultural de Luis XIV tiene un impacto grande en la sociedad francesa actual? ¿Se parece su diplomacia cultural a la contemporánea?
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El palacio de Versailles: https://www.youtube.com/watch?v=GZGLw9zpWBc
Fuentes:
Institute for Cultural Diplomacy, http://www.culturaldiplomacy.org/index.php?en_culturaldiplomacy
“French Culture in the 17th Century.” Encyclopædia Britannica. Encyclopædia Britannica, inc., November 25, 2020. https://www.britannica.com/place/France/French-culture-in-the-17th-century.
Arouet, François-Marie. El Siglo De Luis XIV. España: Biblok Book Export, 2016.
Louis de Rouvroy, Duc de Saint-Simon. Mémoirs Du Duc De Saint-Simon - Intégrale Les 20 Volumes. Francia: Éditions Vivre Ensamble, 2016.
Spawforth, Antony. Versailles: a Biography of a Palace. New York: St. Martin's Griffin, 2010.
Alt, Matt. “The United States of Japan.” The New Yorker, May 4, 2018. https://www.newyorker.com/culture/culture-desk/the-united-states-of-japan
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