Autora: Ilse Andrea Sotres Ávila
Izquierda: Fray Bartolomé de las Casas / Derecha: Juan Ginés de Sepúlveda
La conquista de América no fue un proceso completamente uniforme. Hubo muchos obstáculos y no todos los españoles estuvieron de acuerdo en cómo se hicieron las cosas. De hecho, existió una disputa en la que se puso en tela de juicio la manera en la que los españoles impusieron su cultura a los pueblos americanos: la Junta de Valladolid. Este diálogo se llevó a cabo del 15 de agosto de 1550 al 4 de mayo de 1551 en el Colegio de San Gregorio de Valladolid y fue liderado principalmente por dos pensadores que sostenían posturas opuestas. De un lado Juan Ginés de Sepúlveda y al otro extremo Fray Bartolomé de las Casas, protagonizaron esta discusión respecto a la justificación de la conquista de México-Tenochtitlán. Sepúlveda argumentó a favor de la subordinación de los indígenas, basándose en la idea de que, por naturaleza, estaban destinados a ser súbditos y no amos. Apoyó su perspectiva en las costumbres indígenas consideradas poco comunes, como los sacrificios humanos, y que chocaban con la visión teocéntrica de la ley natural que prevalecía en la cristiandad del siglo XVI.
En contraste, Fray Bartolomé de las Casas se opuso rotundamente a cualquier justificación para la invasión y subyugación. Para rebatir los argumentos de Sepúlveda, Las Casas desmitificó la imagen de los indígenas como bárbaros, mostrando que tenían ciudades, leyes y una organización social avanzada. Además, introdujo dos contribuciones significativas: el principio de tolerancia y la variabilidad de la ley natural, una especie de criterio provisto por Dios e inherente a la naturaleza humana, en virtud del cual el ser humano es capaz de distinguir entre lo bueno y lo malo. Es decir, argumentó que la ley natural no debía interpretarse de manera literal y que la tolerancia era esencial para la conversión de los indígenas.
Antes de juzgar es crucial entender el contexto histórico y el horizonte de comprensión de la época; su comprensión de la ley natural estaba muy arraigada a la educación teológica y filosófica que les permitía pensar que, al seguir esta ley, cierto tipo de personas eran inferiores o superiores a otras. Aunque las posturas de Sepúlveda puedan parecer equivocadas desde la perspectiva contemporánea, es necesario considerar el entorno que influyó en sus argumentos. A sus ojos, la subordinación de los indios al catolicismo conducía a su salvación. A pesar de que a primera vista parece un villano, en realidad buscaba lo que él consideraba un bien para los indios; aunque su enfoque hoy sea cuestionable.
Por su parte, Las Casas logró ampliar el horizonte de comprensión al cuestionar el pensamiento de la época y promover la tolerancia. La disputa de Valladolid se vuelve relevante al reconocer que los cimientos de los derechos humanos contemporáneos se gestaron a través del cuestionamiento de horizontes de comprensión previos. Las Casas desafió la ley natural y la perspectiva del siglo XVI, y así contribuyó a la evolución del pensamiento hacia lo que hoy consideramos correcto. Por ello la disputa de Valladolid puede considerarse un antecedente crucial en el camino hacia la concepción actual de los derechos humanos.
¿Alguna vez habías pensado que, para llegar al paradigma en el que ahora te encuentras, hubo muchas revoluciones de pensamiento en las que se criticó el panorama anterior? ¿Hay algo en la forma actual de pensar que te gustaría cambiar?
Aprende más:
Nuestro libro recomendado es - El amanecer de los derechos del hombre - por Dumont, Jean. Traducido por María José Antón Descúbrelo en: https://amzn.to/3UYWJE8
Fuentes:
Aspe Armella, Virginia. Aristóteles y la Nueva España. México: Universidad Autónoma de San Luis Potosí, 2018.
Pavón Cuéllar, David. “Contra Ginés de Sepúlveda: entendimiento, capacidad y civilidad de los indígenas americanos (1550-1551)”. Traducción de Marcos Edgardo Díaz Béjar. Teoría y crítica de la psicología 1 (2011): 20–26.
Comments