Autor: FermÃn Beguerisse Hormaechea
Asà como el cuerpo requiere de arterias y venas para hacer fluir la sangre, todo paÃs requiere de vÃas de transporte para el fluir de bienes y personas. En la medida que un paÃs se abre y comunica con sus vecinos, nuevos miembros se adhieren, nuevas arterias se comunican, y un nuevo cuerpo se consolida en armonÃa. A finales del siglo XIX el ingeniero belga Georges Nagelmackers, aprovecharÃa la aparente paz europea para conectar al continente con la antigua Constantinopla, hoy Estambul.
Con la ayuda del rey Leopoldo II de Bélgica, se lograron los contratos ferroviarios necesarios para hacer cruzar al Expreso de Oriente desde ParÃs hasta Estambul. El tren adquirió rápidamente gran fama entre reyes y prÃncipes, lo que le permitió alcanzar cuatro vÃas distintas para cruzar Europa, incluyendo una que conectaba a Inglaterra con TurquÃa. Sin embargo, nadie imaginaba que el tren serÃa el principal receptor de una serie de convulsiones corporales europeas a lo largo del siglo XX.
Treinta años después de su gran inauguración en 1883, Europa sucumbió ante los horrores de la Primera Guerra Mundial, interrumpiendo el servicio ferroviario hasta 1918. Asimismo, treinta y un años más tarde, Europa conocerÃa el terror de la Segunda Guerra Mundial, desconectando nuevamente los miembros que el Expreso Oriental alguna vez unió. Con un difÃcil segundo proceso de reconstrucción y sanación continental, el tren, una vez más, traslucirÃa la realidad polÃtica europea perdiendo su elegancia y exquisitez al cruzar el Telón de Acero soviético. En esta dinámica de enfermedad polÃtica y sintomática ferroviaria, el sueño de un ferrocarril que superara fronteras y comunicara una Europa unida parecÃa siempre languidecer, siendo asà hasta 1993, cuando miembros de un mismo cuerpo europeo consolidaron en Maastricht una Unión Europea, impulsando asà la actual conexión arterial ferroviaria europea.
Aprende más:
Europe's Young People: Europe's Future?-https://www.youtube.com/watch?v=Z86h-sCobsQ
Fuente:
Queral, M.P. Orient Express: El arte de viajar en tren. National Geographic-Historia, No. 179, pp. 110-125