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Heart of Oak and Rule Britannia

Autor: Xavier Andraca Vilar


A lo largo de la historia del mundo, la rivalidad entre Estados ha sido motivo de guerras y batallas que cambiaron el curso de la historia en repetidas ocasiones. Desde momentos específicos en la historia militar como la batalla de las Termópilas hasta el desembarco de Normandía en 1944, todas han tenido repercusiones de algún tipo.


Sin embargo, hay pocas batallas que han tenido un impacto más grande de lo que los historiadores o los mismos soldados se pudieron haber imaginado. Una de esas batallas, a propósito de este día, fue la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805 entre las flotas de la alianza franco-española contra la Royal Navy británica.


La batalla tuvo un eco internacional más importante de lo normal debido a varias razones: La primera fue la invasión frustrada a Gran Bretaña por parte del ejército de Napoleón Bonaparte. La segunda, a su vez ligada a la primera y quizás con mayor peso histórico, fue el final de la hegemonía naval española en los mares del mundo para darle paso a la hegemonía naval británica.


Este cambio permitió que Reino Unido controlase las rutas comerciales más importantes del mundo, lo cual también ayudó a que el imperio alcanzase su máxima expansión durante el siglo XIX potenciado por la Marina Real. Hemos de recordar que en tiempos pasados, quien controlaba los océanos, controlaba la economía mundial.


En Reino Unido, esta batalla resulta ser un elemento que alude al orgullo nacional junto con la batalla de Waterloo. La historia de cómo el Almirante Horatio Nelson planeó en una servilleta la estrategia a seguir, aunado a la bravura de cómo los marineros de la Armada Real se enfrentaron en desventaja a la flota de la alianza franco-española sin perder un solo navío, así como la muerte del mismo almirante británico, son parte de los elementos que constituyen la tradición naval británica a la fecha, al igual que la cultura del propio Reino Unido.


La batalla pesa tanto en la cultura británica que, a pesar de haber sucedido hace exactamente 215 años, cada 21 de octubre el Primer Lord del Almirantazgo (jefe de la marina británica) celebra una ceremonia con miembros de su equipo y diversos oficiales de la armada en el buque de Nelson, el HMS Victory, para conmemorar la batalla y el sacrificio del propio Nelson. Como dato curioso, el Victory es tan significativo que a pesar de tener más de 300 años y estar en un dique seco, el barco sigue estando catalogado dentro de los navíos en activo de la marina británica, con tripulación y capitán.


Hoy a sus 215 años, la batalla sigue y seguirá resonando en la memoria británica, pero siempre existe la incógnita de “¿qué hubiera pasado si..?”, por tanto, ¿tú qué crees que hubiera pasado si la batalla la hubiesen perdido los británicos? ¿Europa sería toda francesa?

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