La Guerra Civil Estadounidense
- Compass.
- hace 14 minutos
- 5 Min. de lectura
Autor: Fermín Beguerisse Hormaechea

Batalla de Franklin, 30 de noviembre de 1864
La guerra civil estadounidense fue uno de los conflictos más sangrientos y desgarradores de la historia de los Estados Unidos. Fue un conflicto que, por un momento, no solo quebró el añorado proyecto de George Washington, Benjamín Franklin y los demás padres fundadores, sino que también hirió a familias enteras en aras de dos visiones contradictorias de nación. Por un lado, yacían los Estados del Norte, conocidos como la Unión, caracterizados por su economía industrializada y su posición antagónica frente a la esclavitud; mientras que, por el otro lado, yacían los Estados del Sur, conocidos como la Confederación, sustentados en una economía predominantemente agrícola y partidarios de la legalización de la esclavitud. Así es, 85 años después de la Firma de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776, el presidente Abraham Lincoln era testigo de cómo la sangre en el campo de batalla manchaba un capítulo más de la historia de aquella joven nación norteamericana.
Este conflicto que sacudió a los Estados Unidos de 1861 a 1865 tuvo como problema medular la esclavitud. Esta cruenta institución echó su primera raíz en Estados Unidos hacia el año 1619, cuando un barco inglés desembarcó a los primeros africanos en Virginia. Desde entonces, millones de hombres, mujeres y niños fueron arrancados de sus tierras y vendidos para trabajar en plantaciones de algodón, tabaco y azúcar, volviéndose, sin temor a exagerar, en el pilar de la economía agrícola del sur. Desde la perspectiva de los terratenientes sureños, el sistema era realmente rentable y sostenible, puesto que pagaban una vez al momento de “adquirir” la mano de obra esclava y podían conservar durante años los costos fijos respectivos al sustento mínimo de cada esclavo. No había que preocuparse por un aumento de sueldos, es más, no existía sueldo alguno, ya que los esclavos eran considerados propiedad legal de sus dueños. Tristemente, eran activos en la contabilidad de una típica y extensa plantación sureña.

Familia de esclavos en Georgia, 1850. (New York Historical Society)

La plantación Oak Alley de Nueva Orleans. La plantación Oak Alley esclavizaba a un promedio de 110 a 120 personas, que estaban divididas en esclavos de campo y esclavos domésticos. Los esclavos de campo realizaban el trabajo pesado del cultivo de la caña de azúcar y los esclavos domésticos hacían el trabajo doméstico.
La esclavitud en Estados Unidos era una práctica legal y se había arraigado social y económicamente en su sociedad. Sin embargo, los ideales que se promovieron desde la independencia ayudaron a sembrar el deseo por abolir la esclavitud. En 1804, todos los estados del Norte de Estados Unidos habían aprobado leyes que prohibían la esclavitud, ya fuera de inmediato o con el tiempo. De hecho, en Nueva York, los últimos esclavos fueron liberados en 1827. Sin embargo, los esclavos continuaban siendo la principal fuerza laboral del Sur de los Estados Unidos.
Ahora bien, hacia 1820 y en un contexto expansionista hacia el Pacífico, el gobierno federal de los Estados Unidos buscó balancear los deseos de los estados del Norte de evitar la propagación de la esclavitud en el país frente a los de los estados del Sur de expandirla. Para ello se creó el Compromiso de Missouri. Bajo este compromiso se admitió a Missouri como estado esclavista y, a su vez, se declaró una política de prohibición de la esclavitud al norte del paralelo 36°30′ en las tierras incorporadas tras la famosa “Compra de Luisiana”, puestas a la venta en 1803 por Napoleón Bonaparte para poder ganar dinero y continuar su guerra contra Gran Bretaña.

Áreas de la Luisiana francesa hacia 1803

Compromiso de Missouri 1820
Fue en las elecciones presidenciales de 1860 que el sistema político de los Estados Unidos se quebró. El candidato republicano Abraham Lincoln ganó todos los estados del Norte y aquello fue altamente impopular en el sur, puesto que veían al partido Republicano de Lincoln como abolicionista y, por ende, como una amenaza al modus vivendi del sur, sustentado en el extenso uso de esclavos para trabajar la tierra y así exportar lo cosechado a Europa. La situación amplió la brecha ideológica entre el Norte y el Sur. De hecho, muchos en el Sur sintieron que tenían que separarse del Norte para subsistir, haciendo germinar un cruento conflicto civil.
Poco después de que Abraham Lincoln ganara las elecciones a la presidencia, el Sur de los EEUU se separó y formó un país propio llamado: “Estados Confederados de América”. Un país donde la esclavitud era legal. Mientras tanto los estados del Norte asumieron el nombre de “Estados de la Unión”. La guerra estalló en abril de 1861, cuando las fuerzas de la Confederación atacaron Fort Sumter, en Carolina del Sur. Fue entonces que la Unión y la Confederación levantaron sus propios ejércitos para luchar principalmente en el Sur a lo largo de cuatro sangrientos años. La libertad de los afroamericanos estaba en juego.
En el verano de 1862, la Unión destruyó la armada de ríos confederada y continuó con gran parte de sus ejércitos hasta apoderarse de Nueva Orleans. Al infligir un bloqueo naval sobre los puertos confederados, la Unión fue capaz de reunir los recursos y la mano de obra necesarios para atacar el territorio de la Confederación desde todas las direcciones, lo que llevó a la caída de Atlanta y al asedio de Petersburg. La Unión finalmente ganó la guerra cuando el general Robert E. Lee se rindió ante el general Ulysses S. Grant tras la batalla de Appomattox. La Confederación colapsó, la esclavitud fue abolida y 4 millones de esclavos fueron liberados.
En 1865 se publicó la 13º Enmienda:
Ni la esclavitud ni la servidumbre involuntaria existirán en los Estados Unidos.
La guerra civil había llegado a su fin; sin embargo, Lincoln y muchos soldados caídos no consiguieron gozar de los frutos del nuevo proyecto nacional. Lincoln fue asesinado el 14 de abril de 1865 mientras disfrutaba de una función en el Teatro Ford, ubicado en Washington D.C., y más de medio millón de hombres sacrificaron su vida en el campo de batalla; es más, aún resuena en la memoria colectiva estadounidense el afamado mensaje que Linoln dirigió a la Sr. Lydia Parker Bixby, una ciudadana de la Unión que sufrió la pérdida de sus 5 hijos durante la guerra. Las palabras de consuelo dichas por el presidente antes de morir, dirigidas a Mrs. Bixby y publicadas en los periódicos Boston Evening Transcript y Boston Evening Traveller fueron:
Mansión Ejecutiva, Washington, 21 de noviembre de 1864.
Estimada Señora:
En los archivos del Departamento de Guerra se me ha mostrado una declaración del Ayudante General de Massachusetts, según la cual usted es madre de cinco hijos que murieron gloriosamente en el campo de batalla.
Siento cuán débiles e infructuosas serían mis palabras para distraerla del dolor de una pérdida tan abrumadora. Pero no puedo evitar ofrecerle el consuelo que puede encontrarse en la gratitud a la República por la que murieron.
Ruego para que nuestro Padre Celestial alivie la angustia de su duelo y le deje solo el preciado recuerdo de los seres queridos y perdidos, y el solemne orgullo que debe ser suyo por haber ofrecido un sacrificio tan costoso en el altar de la Libertad.
Atentamente y con todo respeto,
A. Lincoln.
¿Son, acaso, las causas más grandes que nosotros las que otorgan sentido a nuestras vidas? ¿Por qué causas estarías dispuesto a entregar tu vida?

Aprende más:
Nuestro libro recomendado es - Periplo - Viaja por el mundo con 100 cápsulas de su historia
por Fermín Beguerisse Hormaechea y Guillermo Beguerisse Hormaechea Descúbrelo en:
Fuentes:
Imágenes:
.jpg)





