La palabra “calendario” viene del latín calendarium, que, a su vez, se deriva de la palabra latina calendas o kalendas ―y esta palabra y sus derivados son las únicas en el latín que inician con “k” ―, proveniente del griego kalein que significa gritar o llamar. Actualmente, la mayoría de los países utiliza el calendario gregoriano, pero no es el único que existe o ha existido. De hecho, en Europa, antes de que se usara el calendario gregoriano se utilizaba el juliano. Sobre este cambio de calendarios es lo que ahora abordaremos.
En primer lugar, el calendario juliano fue establecido por Julio César alrededor del año 46 antes de Cristo, buscando hacer una reforma al calendario que en ese momento se utilizaba a lo largo de toda Roma. El calendario se puso con el nombre de «Julius» y después se le cambió el nombre a «Juliano», en honor al César. La reforma de Julio buscaba la correspondencia entre las fiestas romanas y el fenómeno astronómico del momento, ya que, con el calendario anterior se habían desfasado. El calendario anterior constaba de 304 días distribuidos en 10 meses (6 meses de 30 días y 4 de 31 días), mientras que el juliano constaba de 365 días distribuidos en 12 meses (7 meses con 31 días, 4 con 30 y 1 con 28 días).
El primer año del calendario y sólo ese, duró 445 días, en lugar de los 365, para corregir el desfase que se tenía por el calendario anterior. Ese año fue llamado «el último año de la confusión». Años después, en el 44 antes de Cristo, se decidió que cada cuatro años existiría un año bisiesto, es decir con 366 días. Este nombre es porque el día 24 de febrero (día sexto antes de las kalendas de marzo: ante diem sextum kalendas martia) se contaba dos veces, haciéndolo merecedor del nombre “segundo sexto [antes de las kalendas de marzo]”, es decir: bis sextum, y de ahí “bisiesto”.
De esta manera, el calendario juliano consideraba que una vuelta alrededor del sol constaba de 365.25 días, cuando en realidad es un poco menos: 365.24; aún siendo poco, una diferencia real de 11 minutos, provocó que cada 128 años se desfasara un día completo el calendario. Por eso, en 1582, el papa Gregorio XIII promulgó un nuevo calendario, que se le conoce como gregoriano en honor a dicho papa.
El calendario gregoriano hizo un pequeño cambio a cómo contar los días del calendario para poder ajustar las fechas, pero no logra resolver del todo el desfase del calendario, solo que, en lugar de agregar 1 día cada 128 años, el ajuste se debe hacer cada 3,300 años. Para esto, se cambió la regla del año bisiesto cada cuatro años, haciendo excepción solo de los años múltiplos de 100 (sus múltiplos no serían bisiestos), menos aquellos que, a su vez, fueran múltiplos de 400 (esos sí serían bisiestos).
Esta adaptación se puso en vigor en distintos momentos, dependiendo del país, ya que algunos países no tardaron en ajustar la reforma, principalmente los países católicos, quienes tenían al papa por autoridad; pero hubo algunos que decidieron no tomar la reforma en cuenta, la mayoría por no estar sujetos a la autoridad papal.
Para cuando se hizo la reforma del calendario, había 11 días de desfase, por lo cual en el año del ajuste hubieron algunos brincos, como le sucedió a España, Italia y Portugal, quienes fueron los primeros en cambiar el calendario en 1582, y donde al jueves 4 de octubre le siguió el viernes 15 de octubre. Por su parte, Inglaterra, quien cambió el calendario hasta 1752, alcanzó 12 días de desfase, haciéndola transitar del miércoles 2 de septiembre al jueves 14 del mismo mes. Y hubieron otros, como Grecia, que cambiaron su calendario hasta principios del siglo pasado.
Este cambio no unánime del calendario, ciertamente provocó y aun ahora puede provocar ciertas confusiones temporales, por lo tanto es importante tener en cuenta ambos calendarios. Por ejemplo, hoy en día se dice mucho que Isaac Newton nació el día 25 de diciembre, el día de Navidad, y en parte es cierto, pero era 25 de diciembre del calendario juliano, y 4 de enero del gregoriano. Así como sucede con la muerte de Cervantes Saavedra y William Shakespeare, ambos murieron el 23 de abril de 1616, pero Cervantes según el calendario gregoriano, mientras que Shakespeare según el juliano, aún entonces utilizado por Inglaterra. De la misma manera, en esa época, era común que entre interlocutores las cartas llevaran ambas fechas, la del lugar desde la que se envía como la del lugar que la recibe.
Y tú ¿qué propuesta darías para terminar con tanta “confusión”? Sea cuál sea tu calendario, aprovéchalo, y si es un día más con mayor razón…Carpe Diem.
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Aprende más:
Respighi-Concierto Gregoriano (inspirado en el cristianismo primitivo) https://www.youtube.com/watch?v=bB5KRHTPTjA
Fuentes:
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