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Especial Ases del Cielo – La Doncella del infierno

Autor: Fermín Beguerisse Hormaechea


Billy Bishop alias La Doncella del infierno


Mejor morir chocando voluntariamente que ser derribado en llamas por el enemigo.

Billy Bishop


En febrero de 1894, el cielo canadiense vio nacer a una leyenda de la aviación, William Avery Bishop, mejor conocido como Billy Bishop. Desde pequeño, Billy contaba con un espíritu guerrero y un fuerte anhelo por alcanzar el firmamento. A la edad de tan solo 15 años, este pequeño gran héroe no dudaba en enfrentarse a los matones de la escuela, bien fuera para defenderse o defender a los suyos, ni limitaba su imaginación cuando se trataba de soñar con surcar los aires, llegando a construir un avión de cartón, cajas de madera y cuerdas para lanzarse del techo de su casa de tres pisos; afortunadamente fue encontrado ileso por su hermana, pero el haber degustado un poco de la libertad de volar lo marcaría para siempre.


En 1911, Billy ingresó a la Real Escuela Militar de Canadá y su primera asignación al regimiento de caballería durante la Primera Guerra Mundial retrasó su oportunidad para brillar como as de aviación. Sufriendo lo que todo soldado en aquel momento, el avance tecnológico obligó a que Billy dejara el glamour del uniforme y el refinamiento de la caballería para arrastrase en las enlodadas trincheras y así sobrevivir la metralla enemiga. No obstante, desde abajo solo podía seguir soñando con el objeto de su más grande pasión: el cielo mismo. En julio de 1915, después de ver volar un avión del Real Cuerpo Aéreo, Bishop dijo:


"¡Está limpio allí! Apuesto a que no te mancharás de lodo o mierda de caballo allí. Si mueres, al menos será una muerte limpia ".



Desde aquel momento Billy se transfirió al Real Cuerpo Aéreo para finalmente vivir su sueño y repartirse el cielo entre los grandes de la aviación. El primer avión en el que entrenó fue un Avro 504 y sus primeras tareas fueron sobretodo de fotografía aérea junto con el capitán Roger Neville como piloto designado. De hecho, la primera misión de combate para Bishop fue como observador aéreo de Neville en la misma nave. Ambos volaron sobre las líneas alemanas cerca de Boisdinghem y cuando encontraron un obús enemigo (tipo de artillería), transmitieron las coordenadas a los británicos, quienes luego bombardearon y destruyeron el objetivo. En los meses siguientes, Bishop continuó realizando vuelos de reconocimiento y bombardeo, pero sin aún demostrar su más grande talento: la lucha uno a uno contra aviones enemigos.


[Imagen 1] Nieuport 17 / [Imagen 2] Albatros D. III en rojo


Billy recibió oficialmente sus alas de aviador en noviembre de 1916 y, en 1917, reclamó su primera gran victoria derribando un avión alemán Albatros D. III mientras volaba un espléndido Nieuport 17. Sin embargo, tras esta victoria, nuestro talentoso piloto canadiense se vio obligado a aterrizar en tierra de nadie, pasando la noche en el suelo, bajo una torrencial tormenta y a unos mortales 270 metros del frente enemigo; sus palabras marcarían este apasionante y escalofriante punto de inflexión en su vida:


"Estoy escribiendo esto desde un dugout a 300 yardas de nuestra línea del frente, después de la aventura más emocionante de mi vida"


Era claro, Billy estaba listo para ser un comandante de vuelo en su escuadrón, una posición que le permitió ganar el título de as de aviación y un temido sobrenombre entre sus enemigos: “La doncella del infierno”; uno de los pocos aviadores que logró darle guerra al temerario piloto alemán “El Barón Rojo” y ganar la honorable “Orden de servicio distinguido” tras derribar dos aviones mientras era atacado por otros cuatro. Billy siempre supo como hacerle frente a un buen grupo de matones abusivos.



En 1917, Billy volvió de Europa a Canadá para casarse con su prometida Margaret Eaton Burden; una estancia que el gobierno canadiense aprovechó para reconocerlo como héroe y levantar la moral del país, pues estaban a tan solo un año del fin de la Gran Guerra. Tras la boda y el reconocimiento, Billy fue asignado a Washington DC para ayudar a los estadounidenses a construir una fuerza aérea, una tarea que lo llevó de nuevo a Inglaterra para liderar como “mayor” al escuadrón Nº85, los "Flying Foxes".


Como era de esperarse Billy hizo un gran trabajo, pero la vida del nuevo héroe declarado estaba en juego y con ello la propaganda política del gobierno canadiénse entorno a su figura, por lo que se le ordenó volver a tierra y dedicarse a tareas más administrativas. La “doncella del infierno” quedó fuera del aire, pero su voluntad era inquebrantable; después de la guerra Billy realizó giras por las principales ciudades de los Estados Unidos para hablar de la guerra aérea, estableció una empresa importadora llamada Interallied Aircraft Corporation y un servicio aéreo de pasajeros de corta duración con su compañero William Barker. Más tarde, Bishop se volvió el presidente de British Airlines en 1929 y, cuando la Segunda Guerra Mundial hizo su aparición en el tiempo, estableció el Plan de Entrenamiento Aéreo de la Commonwealth Británica, logrando entrenar a más de 167.000 aviadores en Canadá.


A pesar de no haber vuelto a volar en aras de derribar al enemigo, Billy era imparable y siempre se mantuvo activo en el mundo de la aviación, llegando incluso a influir sobre la conformación de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en Montreal, una institución que hoy forma parte de las Naciones Unidas como agencia especializada en garantizar el orden en el transporte aéreo; sin duda, un aviador que supo cómo volar aún con sus dos pies en tierra.


Y a ti, ¿qué te impulsa para ser imparable?


Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)



 


Aprende más:


Fuentes:



Imágenes:


Organización de Aviación Civil Internacional (OACI): https://a21.com.mx/sites/default/files/field/image/oaci_1.jpg

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