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Noche de pesadillas

Autor: Guillermo Beguerisse Hormaechea


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Bienvenido. ¿Qué tal una historia de terror? Déjame contarte cómo cambió la historia de la literatura en una noche de tormenta.



Este grabado llamado «Diodati, residencia de Lord Byron, 1833» del artista William Purser y del grabador Edward Finden, encierra una historia que cambió la literatura de terror para siempre.


En 1815 el volcán Tamboro en las Indias Orientales Neerlandesas, actual Indonesia, hizo erupción, enviando a la atmósfera nubes de ceniza volcánica. El sol se obscureció, la lluvia aumentó y la temperatura global bajó. Los efectos llegaron hasta el siguiente año. Se perdieron cosechas en Norteamérica, Europa y Asia. Al medio día se tenían que encender velas para combatir la obscuridad. Miles murieron a causa de los cambios climáticos. El ambiente en general era lúgubre y húmedo. «El año sin verano», como se conoció a 1816, fue el telón de fondo perfecto para cambiar por siempre la literatura de terror.



Ese año, cuatro viajeros ingleses se registraron en el Hôtel d’Angleterre, frente a los Alpes suizos, a un lado del lago de Ginebra. En el grupo se encontraban: el poeta Percy Shelley; su amante, Mary Wollstonecraft; su hijo William, de cuatro meses; y la hermanastra de Mary, Claire Clairmont. El grupo había ido a Suiza por sugerencia de Claire, amante ocasional del poeta Lord Byron, cuando se enteró que él estaría en este hotel junto con su médico personal, John Polidori.



Desde que partieron de Londres, Percy sufría una enfermedad desencadenada por dificultades financieras y emocionales, y Mary mareos continuos aunados a pesadillas constantes sobre la muerte del bebé prematuro que había perdido un año antes. A pesar de todo, Clare Clairmont insistía en visitar a Lord Byron. Como poeta, Percy sentía una enorme curiosidad por conocerlo y terminó por aceptar. Ambos poetas, al principio tímidos, no tardaron en encontrar que tenían muchas cosas en común. Se volvieron inseparables y, aburridos en el Hôtel d’Angleterre, decidieron cambiarse junto con sus acompañantes a dos propiedades cercanas: Un pequeño chalet y una gran casa llamada Villa Diodati.



Byron y Polidori se asentarían en el chalet, mientras Percy y sus acompañantes en la casa. Sin embargo, el mal tiempo terminó obligando al grupo a quedarse juntos en Villa Diodati, en donde la lluvia torrencial terminó por confinarlos durante días. Aburridos, encontraron libros de historias de fantasmas que inspiraron a Byron a proponer una competencia: cada uno de los huéspedes escribiría una historia de terror.



Los dos escritores, Percy y Byron, resultaron menos aptos para la tarea que Mary y Polidori. Percy hizo el intento de escribir algo inspirado en su infancia, sin éxito; Byron escribió un cuento breve de vampiros que no tuvo gran resonancia. Por su parte, Mary, aún tocada por la muerte de su bebé, había quedado prendada de las conversaciones que habían tenido los dos poetas sobre el principio de la vida y si el galvanismo —corriente eléctrica capaz de provocar contracciones en los nervios y músculos— sería capaz de reanimar a los muertos. En una noche de insomnio comenzó a gestar la idea de un científico que utilizaría la electricidad para dar vida a un hombre hecho de piezas de cadáveres. «Frankenstein, o el moderno Prometeo» había nacido.



Por su parte, Polidori, después de constantes discusiones con ambos poetas, que casi terminan en duelo, se inspiró en la figura de Byron, que ahora le parecía desagradable, para crear una novela corta: «El vampiro». La historia de Polidori fue un éxito comercial rotundo. En ella el parecido del vampiro, el villano, con Lord Byron era innegable. El nuevo bestseller estableció una nueva concepción de un vampiro: en lugar de alguien pobre y despreciable, el monstruo se convirtió en un aristócrata elegante y seductor. Esta imagen fue clave para que Bram Stoker creara 70 años después a Drácula.



Al final de 1816, Mary y Percy se casaron y ella tomó su apellido, convirtiéndose en Mary Shelley. Al cabo de ocho años, todos los hombres que habían participado en la competencia habían muerto. Polidori se suicidó, Percy se ahogó, y Byron murió de sepsis. Mary, vivió hasta 1851, considerándose siempre la triste compañera de los muertos, convencida de que traerlos de vuelta sería un experimento tan cruel como el del Dr. Frankenstein.



Los dos mayores personajes de terror de los últimos dos siglos, transformadores de la cultura y de la imaginación colectiva, se pueden atribuir a un grupo de personas encerradas por las circunstancias del ambiente. ¿El encierro que hemos estado viviendo podrá ser en unos años el momento al que se señale cuando se busque el inicio de un nuevo genio? No olvides buscar tu inspiración.



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El monstruo de Frankenstein, Foto promocional de Boris Karloff (1935)

 
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