Autor: Fermín Beguerisse Hormaechea
Durante ocho siglos, Medio Oriente, Europa y África, así como el judaísmo, el cristianismo y el islam, convergieron en uno de los escenarios históricos más fascinantes de la Edad Media: Al-Ándalus; un verdadero nexo de interacciones culturales, intelectuales y espirituales que marcaron la historia de España y Portugal.
Tras ser destronados por los abasidas y ver su capital trasladada de Damasco a Bagdad, la dinastía califal Omeya migró al extremo occidental del mundo musulmán, cruzando el Magreb y estableciendo un nuevo califato en la Península Ibérica. Herederos de costumbres helénicas y bizantinas, debido a su contacto con el Imperio Bizantino en el Levante mediterráneo, el Califato Omeya de Al-Ándalus favoreció las artes y humanidades durante su gobierno, una práctica que permaneció vigente entre varios de los taifas o reinos que sucedieron al califato.
En este contexto, la convergencia de ideas y confesiones religiosas, abrió paso a rutas de intercambio intelectual que nutrieron a la heterogénea sociedad andalusí. Gracias a esta reciprocidad fue como traductores judíos lograron incorporar la filosofía y la ciencia árabe en el mundo cristiano; al igual que traductores árabes, lograron incorporar parte de la ciencia y filosofía griega a los pensamientos judío y cristiano.
En estos tiempos de diálogo, refutación y asimilación, los pensamientos judío, cristiano y musulmán, siguieron sendas muy similares, es decir, adoptando los descubrimientos científicos del momento a la par que conservaban una actitud de independencia religiosa. Los filósofos musulmán y judío, Abū l-WalīdʾAḥmad ibn Muḥammad ibn Rušd (Averroes) y Moisés ben Maimón (Maimónides)-siglo XII d.C-, respectivamente, representan bastante bien el pulso histórico del momento, pues andando la senda que más adelante seguiría el filósofo católico del reino siciliano, Tomás de Aquino-siglo XIII d.C-, su pensamiento filosófico procuró armonizar su respectiva fe con la verdad alcanzada a través del conocimiento.
Del mismo modo, tampoco es extraño encontrar en la historia de Al-Ándalus, misticismos y espiritualidades influidas entre si. Fue a través de un misticismo islámico, conocido como sufismo, que varios místicos y ascéticos judíos entraron en contacto con una espiritualidad que tradujeron e interpretaron dentro de su propia cultura y sistema ético. Bahida Ibn Paquda, figura relevante en la espiritualidad judía se vio altamente influido por el misticismo sufí. Su obra más famosa se llama: “Guía a los deberes del corazón” (Kitab al-hidayah ila fara’id al-qulub) y habla del monoteísmo, la humildad, la sinceridad, el examen de conciencia y el ascetismo, así como el amor y la obediencia a Dios; principios que las tres religiones abrahámicas, si bien distintas, han profundizado a lo largo de su historia. No por nada Al-Andalus dio origen al poeta, historiador y filósofo Ibn Hazm-siglo X d.C-, hoy reconocido como el padre de la historia religiosa comparada.
Como en toda frontera, el choque y la evolución cultural fueron inevitables en la región histórica de Al-Andalus. Hoy, frente a un mundo globalizado ¿cuántas nuevas “Al-Andalus” existen? Si algo podemos aprender de Al-Andalus es que siempre, sin importar tu confesión religiosa, podemos aprender de los demás.
No olvides seguirnos en redes sociales:
[Averroes y Maimónides]
Aprende más:
Breve historia de Al-Andalus https://www.youtube.com/watch?v=RCOiIIiDtN4
Fuentes:
Zafrani,H. Dialogues between religions in Andalusi, The Routes of al-Andalus-Spiritual convergence and intercultural dialogue, UNESCO, 1995. pp. 9-14
Benchrifa,M. Dialogues between religions in Andalusi, The Routes of al-Andalus-Spiritual convergence and intercultural dialogue, UNESCO, 1995. pp. 15-18
Rey, P. P. Al-Andalus: Scientific heritage and European thought, he Routes of al-Andalus-Spiritual convergence and intercultural dialogue, UNESCO, 1995. P. 25
Kommentare