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Dos espadas europeas

Autor: Fermín Beguerisse Hormaechea

Representación gráfica de la Doctrina de las Dos Espadas-El Papa Pio II y el Emperador Federico III (Crónicas de Nuremberg-1493)


Hacia el 568 d.C un pueblo germánico, conocido como los lombardos, invadió la Italia bizantina y estableció allí su propio reino. Esta presencia lombarda fragmentó la península itálica en tres esferas principales de influencia, es decir, su propio reino, los bizantinos y el Papado.



Varios de los lombardos profesaban el cristianismo arriano, cuya comprensión de Cristo como creado por Dios, era contraria a la cristología trinitaria profesada en Bizancio y por el Papado, lo que a su vez nutrió continuos enfrentamientos en la región. Por varios años el bloque Bizancio-Papado fungió como un frente común ante las monarquías lombardas; sin embargo, las presiones de califatos islámicos en la frontera oriental del Imperio Bizantino y la política interna hicieron que Constantino II fuera el último emperador bizantino en realizar un esfuerzo real por expulsar a los lombardos del sur de Italia, así como el último en visitar Roma, entonces cede de la autoridad y el liderazgo moral papal en Occidente.



La situación fue aprovechada por los lombardos, quienes en el 751 tomaron Rávena, extinguieron la influencia de Bizancio en la península y dejaron a Roma en una situación muy vulnerable. Los papas, a diferencia de los líderes islámicos no fusionaron a la cristiandad latina en un solo imperio que uniera religión y Estado, por lo que sin la fuerza militar bizantina buscaron a un protector alternativo: los francos.



Además de su proximidad a Italia y su gran extensión territorial, los francos asimilaron mucho de Roma a medida que se expandieron hacia el oeste y se adentraron en la Galia. Asimismo, tras unificar a todas las tribus francas y ser proclamado rey, Clodoveo recibió el bautismo de la Iglesia de Roma, en lugar de hacerse arriano, como era habitual entre los germanos; estos y más factores de cooperación con el Papado les hicieron excelentes candidatos como aliados, por lo que el papa Zacarías coronó a Pipino el Breve como rey de los francos en el 751, logrando concretar un nuevo bloque Franco-Papal contra los lombardos.



No obstante, el compromiso adquirido en esta alianza alcanzó un nuevo significado cuando en la misa de Navidad del año 800, el papa León III coronó a Carlomagno Imperator Romanorum ("Emperador de los romanos") en la Basílica de San Pedro, lo que conceptualmente no era una creación nueva e inferior, sino una continuación directa del antiguo Imperio romano, cuyo título León estaba simplemente «trasladando» de Bizancio a Carlomagno y sus sucesores; es decir, transfiriendo la legitimación imperial de Oriente a Occidente.



Esta coronación permitió a ambas partes reclamar una posición de autoridad, ya que en el contexto europeo medieval el poder secular era inconcebible sin un referente de autoridad divina y, a su vez, el clero no podía vivir sin el mundo material. Lo que si bien estaba unido bajo un Califa del lado musulmán del Mediterráneo (Estado-religión), en la Europa cristiana se encontraba separado pero codependiente; ya en el 492 d.C el papa Gelasio I recurría a la poderosa metáfora de las “Dos Espadas” para explicarlo. Es decir, dos espadas proporcionadas por Dios, recibiendo la Iglesia la espada de la autoridad espiritual (auctoritas), que simboliza en la cosmovisión cristiana su responsabilidad de guiar a la humanidad a la salvación por mediación de la gracia divina; mientras que el Estado recibiendo la espada del poder secular (potestas), debía mantener el orden y proporcionar las condiciones físicas que permitieran a la Iglesia cumplir su papel.



De esta manera la cristiandad europea tenía dos líderes, tanto el papa como el emperador y esta misma relación crearía uno de los imperios más importantes de la historia europea: El Sacro Imperio Romano Germánico.


Las “dos espadas” descritas por Gelasio I son la base de una evolución política occidental que le distingue de sistemas teocráticos como algunos de Medio Oriente ¿Identificas esta herencia secular en la vida política de tu país?



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Imagen 1: Mapa de Europa, Medio Oriente y Norte de África en el 800 d.C/ Imagen 2: Mapa de la península itálica en el s.VIII/ Imagen 3: Coronación de Carlomagno en el 800 d.C

 
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